De principio Melina Rosas se encontraba en Infiernillo Sonora. Así se llamaba el pueblo ficticio de la sierra donde transcurría la historia de la obra En el mero calorón, dirigida por Marcos González Navarro. Ahí fue donde inició profesionalmente como actriz.

En ella interpretó a Bibi Ratán, una muchacha que junto a “los juniors” representaba a la crema y nata del pueblo. El personaje era una parodia de Bibi Gaytán, actriz y cantante famosa en los 90´s.

Desde 1992 a la fecha ha actuado en 38 diferentes puestas en escena, ha escrito 11 obras de diferente género, siendo “Por los que di´harina conservan los güevos fríos” la obra cabaret de su autoría que más éxito ha tenido.

En día nublado con atisbos de lluvia nos reunimos para platicar de su trayectoria y de las emociones al pisar el escenario.

¿En qué momento te nace la idea de actuar?

“Fue chistosa mi incursión en el teatro porque más que una elección mía, fue algo obligado. Cuando era niña mi mamá nos inscribió a mi hermana y a mí en la entonces recién inaugurada Casa de la Cultura en Hermosillo, y nos dijo: hay teatro, pintura, cerámica o danza, ¿qué eligen?

“Mi hermana escogió sus clases y yo elegí danza, pero mi mamá me dijo: ‘¿sabes qué?, vas a estudiar teatro también para que se te quite lo vergonzosa’. En ese tiempo no hablaba nada, era muy introvertida. El caso es que entré a estudiar teatro a los ocho años con el maestro Xicoténcatl Gutiérrez (Q.E.P.D) y a partir de ahí jamás lo he dejado”.

“Fue un accidente muy enriquecedor que me marcó la profesión para siempre. Yo en el fondo anhelaba los escenarios. Ahora en retrospectiva lo pienso, y sé que secretamente era un anhelo de mi corazón.

“La manera en que Melina empezó a hablar fue a través de sus personajes –se dice a si misma-. Ahí me di cuenta que había encontrado lo que quería”.

UNA VIDA EN EL TEATRO

Melina Rosas además de su vida en el escenario, ha realizado labor alrededor de ellos como promotora, productora, maestra y escritora. En 2008 fundó Rosas Promociones de manera independiente, y CaféconLeche Producciones en sociedad con su amiga Eva Lugo, también actriz y directora escénica.

“He aprendido a involucrarme en todas las áreas del teatro y procurar que siempre haya trabajo”, afirma. Ese involucramiento incluye su intervención en los más importantes eventos como: Muestra Estatal de Teatro,  Muestra Nacional de Teatro de Península a Península, Fiestas del Pitic en todas sus ediciones, Festival Internacional Cervantino, Feria del Libro, Festival Kino y Festival Internacional de Cabaret.

Su experiencia a 20 años de carrera está marcada como actriz en más de 30 puestas en escena; 12 años como promotora de las más importantes compañías teatrales en Sonora y 7 como promotora artística y cultural independiente a través de Rosas Promociones; 13 años como docente y directora de diversos montajes escolares  y 7 años como productora teatral en CaféconLeche Producciones.

LOS MOTIVOS DEL TEATRO REGIONALISTA

Durante la plática era imprescindible remitirnos a su labor en el teatro regionalista, donde las costumbres y el caló sonorense brillan en la escena, y su calidad lo ha llevado a trascender fronteras.

“Desde niña jugaba utilizando ese lenguaje muy de la sierra”, menciona la actriz. La influencia viene de sus abuelos, quienes migraron a Hermosillo. Ellos sembraron la semilla para que la representación de sus personajes fuera como un proceso natural.

 “Los escuchaba a ellos –recuerda-, y me empapaba de los modismos que utilizaban. Recuerdo que jugaba con una amiguita de la primaria y nos poníamos a hablar como ellos: ‘Comadre que esto, que l´otro’. Recreábamos nuestra escena y nuestra historia”.

Las Enríquez aparecieron hace treinta años en la película de Sergio Galindo, La tuba de Goyo Trejo. El comisario del pueblo, caracterizado por Jesús ‘Choby’ Ochoa pretendía hacer historia en el pueblo al traer a la primera banda de músicos para tocar en vivo. Sin embargo, a pesar de los inconvenientes que sufren los músicos –la tuba se estropeó y tuvieron que pedirle a un herrero que la arreglara-, también tuvieron que lidiar con la intransigencia de estas hermanas que querían evitar el concierto.

En el caso de Las Enríquez, ¿Qué tan difícil fue tu adaptación al personaje?

“Fue difícil el proceso porque es un reto hacer un personaje con las características de Soledad. Sin embargo, lo disfruto mucho, aunque signifique un desgaste emocional que normalmente no ocurre en otras puestas en escena.

 “Es una historia muy bella y fuerte –continúa Melina-, porque si traes la imagen de las de la Tuba, que eran las mitoteras y espantadas del pueblo pero hasta ahí,  y luego  ves la obra, la percepción de ellas es totalmente diferente. En la obra te enteras lo que hay detrás de su historia, cuáles fueron los sueños que se les esfumaron. Descubres cosas que no podrías imaginarte entonces y que tal vez quisieras no haberte enterado. Pero a pesar de ser una historia con un trasfondo profundo y un final fatal inesperado, conserva el toque de comicidad de los personajes de la sierra sonorense con lo cual la obra se vuelve disfrutable en todos sentidos”.

En “Por los que di´harina conservan los güevos fríos” retratas el folclor sonorense ¿Qué motivación tuviste para  escribirla?

“Definitivamente influyó en mí la admiración hacia el trabajo del maestro Sergio Galindo y su manera de llevar a nuestros personajes sonorenses a la escena. Fue un experimento. Un trabajo que hicimos para el Festival Internacional de Cabaret en 2009. Cuando nos invitaron “Las Reinas Chulas” a presentar una obra cabaretera en la capital del país, Eva Lugo y yo por atrevidas dijimos que sí, pero la verdad no teníamos nada hecho de ese género.

“Junto con un grupo de actores nos reunimos Eva y yo, mientras nos preguntábamos que podríamos hacer. Coincidimos en que tenía que ser algo muy regional. Todos relataban lo que oían cuando viajaban a los pueblos, recordaban lo que decía y hacía que la tía de la sierra, los abuelos o los padres; pero no lográbamos nada. Un día empecé a escribir y de todos esos retazos surgió “Por los que di´harina conservan los güevos fríos”, que recrea algunas anécdotas que ocurren en nuestros pueblos del río, mientras unas hermanas, una nana y unos alegres compadres elaboran las tradicionales tortillas sobaqueras. Mi vecina nunca lo supo, pero frases que decía ella ahí aparecen y son muy características y gustadas en la obra.

“Las obras que he escrito hasta hoy fueron posibles gracias a la admiración e impulso de grandes maestros con los que he trabajado. Me da mucho gusto que haya nuevos valores, que haya gente que se esté animando a escribir, a experimentar. Las nuevas generaciones si se aplican pueden crear cosas muy interesantes en el teatro, de hecho ya lo están haciendo”.

Recuadro informativo 

Melina Rosas Saavedra es actriz, productora, profesora y escritora teatral, además de promotora artística y cultural en Sonora.

Fundadora de Rosas Promociones y CaféconLeche Producciones.

Actualmente ofrece las siguientes obras para presentaciones en cualquier lugar del país y el extranjero:

– «Por los que di´harina conservan los Güevos Fríos», teatro cabaret regional.

– «Una Flaca y dos Patanes» revista cabaret.

– «Y a ti, ¿qué te da miedo?» espectáculo infantil.

– «Las Vampiras Vegetarianas» teatro cabaret infantil.

– «Para soñar que no estamos huyendo» tragicomedia.

– «Las Enríquez» teatro regional.

– «Güevos Rancheros» comedia  regional.

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