Esta semana se presentó una iniciativa de ley que pretende modificar el Presupuesto de Egresos de la Federación por la emergencia económica. Esta iniciativa, entre otras cosas, le otorga facultades extraordinarias al presidente para modificar el presupuesto a su antojo, sin tener que pasar por la aduana de los diputados y así no tener que rendir cuentas.

Antes que nada, hay que mencionar que la ley ya permite las modificaciones al presupuesto en situaciones extraordinarias. No solo eso, también permite a la SHCP mover el presupuesto en determinados porcentajes. Estas herramientas ya existentes las utilizaron Peña Nieto, Calderón y otros presidentes durante sus mandatos para dar prioridad a sus programas y proyectos, incluso para cometer actos de corrupción que fueron denunciados por la Auditoría Superior de la Federación. Y durante 2019, el primero año de la administración del AMLO, también se hicieron modificaciones importantes al presupuesto bajo el mecanismo llamado: adecuaciones presupuestarias. En pocas palabras, existen muy pocas trabas que impidan mover el presupuesto y cada administración lo ha hecho a su antojo.

Entonces, ¿por qué el presidente enviaría una iniciativa de este tamaño, si en los hechos ya ha modificado el presupuesto y lo puede seguir haciendo?

De acuerdo con las palabras del mismo AMLO, menciona que prefiere enviar una iniciativa para que los diputados la discutan y aprueben, y así el proceso sea transparente. Nada más falso que eso.

Primero que nada, hay que mencionar que el mismo presidente ha subestimado el tamaño de la crisis, repetidamente ha dicho que saldremos pronto de la crisis con sus programas prioritarios. Las acciones más extraordinarias que han tomado es adelantar gasto que se tenía programado para los últimos meses del año e inventarse un programa de créditos para pequeñas empresas. Si el plan es básicamente el mismo, no hay necesidad de hacer una cirugía mayor al presupuesto.

La razón de enviar una iniciativa de este calado no obedece a la emergencia económica, es mas bien por la crisis política que vive el presidente y su autodenominada cuarta transformación. Una de las consecuencias del Covid-19 es que vino a derrumbar las falsas expectativas sobre las que este gobierno ha construido una retórica insostenible. La lucha contra la corrupción, la honestidad, la ‘moralización’ de la economía y el primero los pobres, han sido tan solo mascaras para ocultar un actuar tan grotesco como el de quienes tanto criticaron.

El presidente quiere controlar el presupuesto para seguir con sus obras prioritarias y así asignar contratos de manera directa y favorecer a los empresarios ‘aliados’. También quiere reforzar sus programas con un claro tinte electoral, y así asegurar una buena cantidad de votos en el 2021. Lo que nos lleva a otra variable que explica la ecuación: las elecciones del próximo año.

Todos sabemos que la abrumadora votación que tuvo MORENA en 2018 se debió a la popularidad de López Obrador que empujó a muchos de sus candidatos. Esta aprobación ha caído de manera considerable en los últimos días y lo hará más conforme la crisis económica se vaya profundizando. Teniendo esto en cuenta, es claro que calculan que perderán la mayoría en la Cámara de Diputados lo que les impedirá gobernar a su antojo, como lo han venido haciendo. El presupuesto es, y ha sido, utilizado como herramienta política, sin embargo, si esta iniciativa pasa, podrá ser utilizado con toda discrecionalidad para favorecer a clientelas y gremios afines al proyecto político del presidente.

Que mal se ve el presidente enviando este tipo de iniciativas cuando tuvo todo para transformar al país desde el principio y, por su obcecación, se negó a hacer los cambios que el país requiere. Que pequeño se ve cuando tuvo un bono democrático como ningún otro, y una mayoría legislativa que no se veía desde tiempos del partido único, y no hizo nada. Nadie puede negar que tuvo la oportunidad de cambiar al país, pero la desaprovechó.

Esta iniciativa es un intento del presidente para mantener el poder que ha perdido por sus propias decisiones y el que perderá en las próximas elecciones derivado de los problemas que nos dejará la crisis de este confinamiento. El futuro de este gobierno y su margen para gobernar dependen de su aprobación.

Twitter: @ovalle_omar