Por Gene Beresin

El brote de la nueva enfermedad coronavirus (Covid-19) ha causado mucha ansiedad e incertidumbre para todos, incluyendo niños y adolescentes. Durante tiempos estresantes, sin importar la edad, los niños están interesados en saber tres cosas básicas: ¿estoy a salvo?, ¿están ustedes, las personas que cuidan de mí, a salvo?, ¿cómo esta situación afectará mi vida diaria?

Como padres y personas a cargo de menores, necesitamos hablar con nuestros hijos sobre el Covid-19 para abordar estas preocupaciones. A continuación, se detallan siete consejos sobre cómo interactuar con niños de todas las edades para ayudarles a mantener la estabilidad emocional durante la crisis, seguido por una guía de orientación sobre cómo adaptar conversaciones para niños de diferentes edades.

GUÍA PARA AYUDAR A NIÑOS DE TODAS LAS EDADES

1. Controle su propia ansiedad. Muchos de nosotros estamos preocupados por la situación actual, y vivir con incertidumbre no es algo fácil. Sin embargo, la ansiedad es “contagiosa”. Sus niños podrán percibir que usted está nervioso, aunque intente ocultarlo. Entonces la pregunta es, ¿cómo puede mantener la calma a pesar de sus propias preocupaciones? Las siguientes son algunas cosas que le pueden ayudar:

  • Trate de obtener la información más creíble que pueda. Enfóquese en información útil basada en hechos y datos reales sobre el virus. Evite las oleadas de informaciones interminables de los medios sociales, las cuales pueden estar llenas de informaciones erróneas y de constantes titulares de noticias de último minuto que como resultado pueden alimentar más sus preocupaciones. Procure estar al día con los avisos de la escuela de su hijo, su estado, y su ciudad o comunidad. Hable con personas que le apoyan; Cuide su salud física; Si su hijo le pregunta si está preocupado, ¡sea honesto! Ellos sabrán si no les está diciendo la verdad.

2. Diríjase a sus hijos y pregúnteles sobre lo que ellos saben. La mayoría de los niños ya han escuchado sobre Covid-19, sobre todo los niños y adolescentes en edad escolar. Es posible que hayan leído cosas en línea, visto algo en la televisión, o escuchado a amigos o maestros hablar sobre la enfermedad. Otros pudiesen haberle escuchado a usted hablar del tema. Hay mucha información errónea circulando, así que no asuma que ellos conocen detalles específicos sobre la situación o que la información que tienen es correcta.

3. Valide los sentimientos y preocupaciones de sus hijos. Los niños pueden tener todo tipo de reacciones al Covid-19. Algunas pudiesen ser razonables, mientras que otras pudiesen ser exageradas.

4. Esté disponible para contestar preguntas y ofrecer nueva información. Es probable que este brote dure mucho tiempo, por lo que una sola conversación no será suficiente. También es buena idea apartar un tiempo específico periódicamente para evaluar como están, ya que es posible que ellos no acudan a usted con sus temores.

Cuando ponga al día a sus hijos con nueva información, no asuma que ellos entienden completamente todo lo que les ha explicado. Pídales que le repitan en sus propias palabras lo que acaban de escuchar.

5. Empodérelos modelando el comportamiento. Una parte importante de la prevención es lavarse las manos, toser o estornudar en las mangas de sus camisas, limpiar la nariz con un pañuelo desechable y luego tirarlo a la basura, tratar de mantener las manos alejadas de la cara, no saludar con las manos o hacer contacto físico con otras personas, y limpiar superficies con desinfectantes que contengan al menos un 60% de alcohol.

6. Ofrézcales tranquilidad. Sus hijos pueden preocuparse acerca de cómo sus padres superarán esta situación. Recuérdeles de otras situaciones en las que se sintieron indefensos y asustados. A los niños les encantan las historias familiares, y estas narraciones tienen mucho peso emocional.

7. No culpe a otras personas. En tiempos estresantes, cuando nos sentimos indefensos, existe una tendencia de culpar a alguien o de tener más temores, aunque no exista evidencia que prueben estas reacciones.

GUÍA PARA NIÑOS CON BASE EN EL NIVEL DE DESARROLLO

Cuando hable con sus hijos, pequeños o adolescentes, es importante que utilice palabras, frases y ejemplos que sean apropiados para su nivel de desarrollo. A continuación, se ofrecen consejos para ayudar a niños en edad preescolar, escolar, y a los adolescentes y jóvenes adultos.

Niños en edad preescolar (Edades 2 – 6):

Los niños en edad preescolar están más sintonizados y afectados por las emociones de sus padres que con otros niños mayores. Especialmente para ellos, asegúrese de mantener la calma cuando estén en sus alrededores. Además:

Cuando ellos estén cerca, apague la televisión, computadoras y altavoces inteligentes. Escucharán cosas o verán imágenes que son potencialmente aterradoras.

Tenga cuidado al hablar de la situación con otros adultos o hermanos mayores cerca de ellos. Es posible que niños pequeños necesiten un poco más de demostración de ternura, cuidados y cariños hacia ellos que otros niños mayores. Si le preocupa la transmisión de una enfermedad, entonces sentarse cerca, o quizás dormir en la misma habitación es reconfortante.

Haga un juego divertido de las medidas preventivas al lavarse las manos o limpiar superficies.

Niños en edad escolar (Edades 7-12):

Los niños de primer a sexto grado pueden entender más sobre una enfermedad contagiosa. Explíqueles que los gérmenes que causan el Covid-19 son como los que causan un resfriado. Recuérdeles que estas enfermedades se pueden propagar fácilmente, pero que también se pueden prevenir, por lo que es necesario que nos lavemos las manos y usemos pañuelos desechables de papel y toallitas desechables de alcohol.

Los niños entre estas edades se desenvuelven bien cuando tiene una rutina. Trate de mantener los horarios diarios como típicamente los mantiene, aún si están en cuarentena en casa. Explíqueles que la razón por la que se abasteció de comida por un mes y no está yendo a la escuela o al trabajo es para ayudar a su comunidad a no propagar la enfermedad a otros.

Los niños en edad escolar más jóvenes hacen frente a sus temores a través del juego. Pueden jugar a ser médicos o jugar con Legos para construir un hospital que ayude a personas. Esta es una manera normal de manejar sus ansiedades, aunque repitan los mismos juegos vez tras vez.

Algunos niños en esta categoría se vuelven más apegados y exigentes. Tal “regresión” es una forma de expresar temor. Este no es el momento para simplemente decirles “tienes que crecer”, aunque el comportamiento sea frustrante. Es posible que necesiten más tiempo con usted – leyéndoles, viendo la televisión juntos, dibujando o jugando.

Apague la televisión y otros medios digitales lo más que le sea posible. Niños en estas edades pudiesen no entender todo lo que escuchen o vean en las pantallas. Por ejemplo, si hay informes de brotes o muertes en la otra costa del país, es posible que no sepan qué tan lejos eso está ocurriendo o que los gérmenes no pueden propagarse hasta su casa desde lugares distantes.

Adolescentes y jóvenes adultos (Edades 13 – 18+):

Es probable que los adolescentes y jóvenes adultos hayan escuchado hablar mucho sobre el Covid-19 y su potencial peligro. Son lo suficientemente mayores para entender cómo se propaga, las medidas preventivas y los riesgos futuros. Tenga conversaciones abiertas, comenzando con preguntas abiertas sobre lo que saben, lo que les preocupa y cómo se sienten.

Los niños entre estas edades son lo suficientemente maduros como para ver las noticias con usted, o bien, tener acceso a la Internet y explorar sitios Web de confianza para aprender más sobre la enfermedad. Siéntese con ellos, conversen sobre lo que ven y leen, y cómo la enfermedad puede impactar sus vidas.

Los adolescentes y jóvenes adultos pueden ayudarle a comprar suministros, jugar con hermanos menores, preparar comidas y realizar otras tareas en preparación a una posible cuarentena. Incluirlos en el esfuerzo de proteger a la familia les ayuda a sentirse valorados, y este empoderamiento ayuda a disminuir la ansiedad.

Nadie sabe en este momento qué tan serio será el impacto del Covid-19. Vivir con incertidumbre no es fácil. Sin embargo, podemos ayudarnos el uno a los otros a ser más capaces de resistir adversidades, ser más emocionalmente estables, y protegernos físicamente lo más posible a través de medidas cuidadosamente planificadas con el involucramiento de nuestros hijos en esta época de crisis.