Cuando una economía doméstica o del hogar colapsa, lo primero que debe intervenir, es un plan de choque. Esto es, dejar de gastar más de lo que se ingresa e incrementar las actividades productivas versus las suntuarias o innecesarias.

Lo mismo sucede cuando una empresa local entra en déficit y desequilibrios, lo primero es soltar lastres excesivos, luego redefinir las acciones de corto plazo más urgentes y después reproducir las labores con más y mejor productividad.

Esta condición de crisis empresarial, se le conoce como ‘quiebra técnica’. Significa que las empresas tienen gastos mayores que sus ingresos, llegando la empresa a no ser capaz de generar los recursos suficientes para financiar su gasto operativo y de inversión, así como para hacer frente al costo financiero de su deuda y a sus obligaciones fiscales.

Al llegar ésta crisis a una economía nacional, primero ésta se desacelera, luego entra en franca recesión, luego puede llegar a la quiebra.

En estos momentos, la economía mexicana pasa ya de las dos primeras fases y está entrando en una franca recesión técnica, producto de la propia desaceleración de la economía mundial, así como el impacto de la crisis sanitaria del Covid-19.

PLAN DE CHOQUE NACIONAL:

Desde inicios del mes de marzo, se avizoró la entrada de estas crisis, debido a los problemas derivados de la pandemia del coronavirus, complicado con la pérdida de productividad de los Estados Unidos.

Se presentan actualmente en México, amplios sectores de la población que inician a sufrir hambre y desnutrición, que carecen de ingreso o que éste es exiguo, que su situación es de desocupación o de trabajo en la informalidad, y que viven en condiciones de precariedad y pobreza.

El mayor golpe se presenta en mujeres cabeza de hogar, personas en condiciones de discapacidad, de hombres y mujeres adultos mayores, de niños, niñas y adolescentes que deambulan por las calles y caminos sin ningún sustento.

En el marco de la emergencia económica, social y ambiental, urge que el gobierno mexicano lance un PLAN DE CHOQUE SOCIAL para los siguientes cien días, conteniendo medidas urgentes e integrales, como las siguientes:

1. El fortalecimiento extraordinario de la infraestructura y dotación hospitalaria, incluida la provisión gratuita de medicinas.
2. La protección del empleo y del ingreso de quienes tienen trabajo, mediante el subsidio a las nóminas, asumido por el Estado, especialmente a las Mipyme, protegiendo la planta laboral.
3. La garantía de un ingreso básico, en la forma de subsidio al desempleo para los desempleados, los trabajadores informales, la población en discapacidad, las mujeres cabeza de hogar, los adultos mayores.
4. La gratuidad de todos los servicios públicos, incluidos el acceso a internet, por tres meses.
5. La moratoria de los créditos hipotecarios, de consumo y educativos por tres meses y la reprogramación de sus pagos mediante la redefinición de los plazos y las cuotas.
6. El subsidio de los pagos de pensión y matrícula en los centros educativos privados de educación básica, media y superior.
7. La intervención del mercado financiero para regular las tasas de interés en niveles que no superen en más 6 puntos anuales la tasa de inflación.
8. La regulación de los precios de los alimentos en casos de especulación; los estímulos extraordinarios a la producción y comercialización, incluido el transporte, de la producción campesina de alimentos; la habilitación de un sistema de compras del Estado y la creación de bancos de alimentos.
9. El aplazamiento del pago de todo tipo impuestos.

10. La suspensión temporal de subsidios a partidos políticos, así como de los programas de corte asistencial improductivos. 

PLAN DE CHOQUE DEL BANCO DE PAGOS:

El Banco Internacional de Pagos (BIS, por sus siglas en inglés), dirigido por el exsecretario de Hacienda mexicano Agustín Carstens, se pronunció este domingo por llevar liquidez desde los bancos centrales del mundo a los individuos y empresas que más lo necesitan en estos momentos.

Para hacer llegar esa liquidez se requiere ir más allá del manual de la crisis financiera de 2008, señaló Carstens, gerente general de la institución, en un artículo publicado por el Financial Times.

El primer paso es llenar el hueco dejado por las finanzas basadas en el mercado, con el congelamiento de recompras de acciones y dividendos a nivel mundial.

Luego, debe de haber préstamos bancarios garantizados por los gobiernos para las pequeñas y medianas firmas, por el equivalente a los impuestos pagados el año anterior.

Esos préstamos podrían ser titulizados y refinanciados por los bancos centrales.

Para que estas acciones de llevar liquidez funcionen, deben de ser globales, construidas con líneas de intercambios en dólares a fin de evitar el colapso de las líneas de suministro.

Los bancos centrales de todo el mundo están reduciendo las tasas de interés, interviniendo en los mercados, comprando activos corporativos o ayudando a los bancos a mantener los préstamos a las empresas.
Fuente: El Financiero. 29/03/2020.